Los contenidos de una aplicación pueden ser locales o remotos.
Un contenido remoto es aquel que no se encuentra en la misma aplicación sino hospedada en un servidor (una URL). Para mostrar el contenido remoto, la aplicación conecta con el servidor y obtiene dicho contenido. Esto se produce de forma casi instantánea.
Los contenidos remotos en aplicaciones suelen utilizarse en aquellas secciones que, debido a su naturaleza, van a ser actualizadas de forma continua.
Este tipo de contenido, una vez es actualizado, se muestra de forma automática en las aplicaciones, sin que el usuario deba descargar e instalar la aplicación de nuevo.
En cambio, un contenido local es el que se encuentra en la misma aplicación. En el momento de la instalación de la aplicación, todos los contenidos están cargados en la misma.
Estos contenidos pueden utilizarse en secciones que no van a ser actualizadas con mucha frecuencia. Por ejemplo, la información de una empresa o sus datos de contacto.